Carlos tiene toda la razón del mundo. No, no se puede interrumpir al entrevistador ni cuatro ni dos ni una vez, o cuanto menos no se debe hacerlo. Fui un descortés y un mal educado. Lo siento mucho. Pido disculpas a Camilo (que conste aquí mi admiración por sus cosas), a Carlos (a quien no tengo el gusto de conocer) y por todos ustedes. Definitivamente, no fue mi día. MI madre, una campesina aragonesa que emigró a Barcelona en los difíciles años cuarenta (su padre fue asesinado por el fascismo tras la guerra civil, en Barcelona, en mayo de 1939) solía decírmelo: calladito estás más guapo. Espero hacerlo un poco mejor esta vez.
Abrazos y mi mayor agradecimiento,
Salvador López Arnal
Por: Salvador López Arnal
↧
↧
Trending Articles
More Pages to Explore .....